En los tristes agujeros de mi alma,
Como un tibio pensamiento en hebreo
Se esconde mi cálido dolor, mi deseo.
Más cien veces he gritado,
Más cien veces he soñado,
Al despertar por las mañanas
Mis ojos no han cerrado,
Y si de volar pudiese
Mi cuerpo dotarse y retorcerse,
Dentro de un espejo
Guardaría el ojo,
Y al reflejo roto,
Mis manos sacudidas del espanto a poco.
Ciento cincuenta
Ya encerrados
En los tristes agujeros de mi alma,
El sabor a polvo nos desarma,
Como una dulce luna tibia;
Y detrás de las paredes,
Han gritado ya los presos,
Y detrás de las paredes,
Le han quitado hasta los huesos
¿Cuánto más podrá silbar el alba?
Cuando hay agujeros negros en mi alma.
miércoles, 24 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario